
El pequeño y gordito fontanero italiano, adicto a los hongos alucinógenos, ha sido visto haciendo pelotudeces en un escenario yanki, para levantarse a unas pendejas que la zarpan en putonas. Más allá de no necesitar las morisquetas en público, el muchacho de rojo cree que asì podrá convencerlas de que
